CAPÍTULO 57

El gran sombrero que me cubría del sol fue quitado de un golpe y fruncí el ceño a Kamiko.

—Estás arruinando mi relajación

Ella bufó.

—Has estado así por demasiado tiempo. Pensé que tu mente se había ido a otro lugar

—No lo ha hecho y no lo hará —quería ponerme el sombrero de nuevo en la cara, pe...

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