Capítulo 59 59

Roza con la lengua la hendidura de mis labios cerrados y me tienta a abrirlos. Me enfurezco conmigo misma por acceder. Pero, a estas alturas, ya debería saber que es imposible negarle nada. Me dejo llevar por él, como hago siempre. Busco su lengua con la mía y me aferro con las manos a su cabello...

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