Capítulo 64 64

—¿Tienes una pistola? —le pregunto en serio. Así desaparecería mi dolor de cabeza.

Él se ríe con ganas.

—¿Tanto te duele?

—Sí, ¿por qué te hace tanta gracia?

—Tienes razón, perdona. —Se pone serio y me acaricia la mejilla con el dedo corazón—. Ahora voy a hacer que te sientas mejor.

¡Vaya! P...

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