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Alimceceg miró a Tuva Eke sin poder entender claramente lo que él le decía. Todo era tan confuso, y no lograba hacer que su cerebro funcionara tan ágilmente como lo deseaba.

—¿Su apellido? —preguntó confundida—. No lo entiendo, señor Yul. Además, ¿quién es su padre? Y por qué estaría interesado en ...