Un corazón roto

Berta se quedó mirándolos a ambos, esperando una respuesta. La impresión que le había dado era que estaban discutiendo, y eso la inquietaba.

—¿No me van a decir nada? —preguntó, desconcertada—. ¿Por qué están discutiendo?

—No, Berta, no pasa nada —respondió Lorenzo, visiblemente nervioso—. Solo le e...

Inicia sesión y continúa leyendo