Entre dos corazones

Lorenzo estaba muy angustiado al ver que Estefanía no respondía. La subió a la cama y le daba palmadas en el rostro, tratando de reanimarla, pero todos sus intentos parecían inútiles. La preocupación lo invadía, y cada segundo que pasaba sin que ella reaccionara se sentía como una eternidad.

—¿Qué l...

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