SETENTA Y CINCO. LA VENGANZA DE CAMMILA

—Cariño, te ves extraordinariamente guapo esta noche. Me pongo celosa al ver cómo te miran, como si fueras un caramelo delicioso que quieren lamer.

Miley detuvo a Shane frente al club para enderezarle la corbata y besarlo suavemente en los labios.

—Solo soy tuyo.

—Aw, qué dulce. Gracias por acomp...