Capítulo 32: La posesión de la mafia

—No me hagas repetir mis palabras —gruñó Alexander—. ¿Qué demonios pasó anoche? Necesito respuestas. ¡No me hagas sacarte las palabras a la fuerza!

Jacqueline sostuvo la colcha con más fuerza, como si fuera un escudo para protegerse de la mirada penetrante de Alexander. La acercó a su cuerpo mientr...