Capítulo 37

—¿Qué demonios, Vito? ¿Cómo diablos pasó esto? —regañó Leonardo.

—Lo siento, jefe; solo salí un momento para revisar algo, y cuando regresé, todo ya estaba en llamas —explicó Vito.

—Te dejé a cargo del negocio y lo abandonaste; Vito, ¿en qué estabas pensando? —exclamó furioso.

—Estabas entretenié...