Capítulo 26 – La primera hija de la Luna

Elena no pudo dormir después de la visión.

Se quedó sentada en la cama, con las rodillas contra el pecho, mirando la oscuridad hasta que el reloj marcó las cuatro de la madrugada.

Entonces sintió que algo se movía dentro de ella, algo antiguo, cansado y… triste.

–Mia… –susurró–.

Ya sé que no qu...

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