Te lo tengo que reconocer

Amelia

—Levántate. ¡Dije que te levantes ahora, perra!

Bianca no debe entender que patearme en las costillas cada vez que me dice que me levante hace que me quede en el suelo. No lo sabría porque es tan tonta como un poste de cerca. Me impulso sobre mis rodillas y me tambaleo hasta ponerme de pie....

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