Capítulo treinta y nueve

La luz de la mañana se filtraba a través de las ventanas de mi cámara a bordo de la nave espacial. Con un suspiro, aparté las cobijas y me levanté de la cama, los eventos del día anterior aún frescos en mi mente. Vestida con un atuendo más utilitario, salí de mi habitación y seguí a un sirviente que...