Capítulo 40

Sullivan me llamó muy temprano ese martes que volví a la oficina. Melissa, mi secretaria, estaba preocupada. Incluso se puso pálida. -Es el nuevo presidente, señora Garret-, desorbitó sus ojitos pardos. En todo el edificio corrían los rumores de que Sullivan me iba a meter a la cárcel, acusándome ...

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