Un príncipe de los reinos

ASH

Después de poner a dormir a mi pequeña campesina, me quedo viéndola durante los siguientes minutos. Mis ojos recorren cada curva, cada suavidad, cada centímetro de belleza con la que me ha cautivado, y los grabo en mi memoria, quemándolos en mi mente. Pero, incluso sin el intento, estoy seg...

Inicia sesión y continúa leyendo