Una advertencia

DAPHNE

Las lágrimas corren por mis mejillas mientras lloro junto a la fuente.

¡Isabel!

—¡Aquini!— grito. —¿Dónde está el Valle del Gran Descanso?

Ella inclina su cabeza, como una gota de rocío. —Más allá de la Cascada y por los Rápidos del Despertar.

—Debo ir allí— digo, poniéndome de pie...

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