Capítulo ciento treinta y dos

Adrik

—¡Sí! ¡Estoy en racha! —dijo en voz baja de nuevo, haciéndome reír. Me alegraba poder hacerle ganar algo de dinero, o lo que sea que estuvieran apostando, mientras hablábamos—. Viktor cambiará de opinión. Ya verás. Kostya habla con él todas las noches. La última vez que Stephen lo ayudó fun...