CAPÍTULO 177

ALARIC

Las puertas del castillo se abrieron con un quejido justo cuando el SUV cruzaba el umbral, los neumáticos crujiendo sobre la grava aún húmeda de sangre y lluvia.

No sabía si la batalla seguía en el bosque. No me quedé para averiguarlo.

No podía.

No con ella en mis brazos.

Estaba cons...

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