CAPÍTULO 34

McKenzie

En el momento en que Grayson salió, Zara entró.

—¿Qué le pasa? —preguntó.

Le mostré la tarjeta.

—Es su prima, está en Glendale. ¿Podemos llamar ahora e ir a comprobar, por favor? —pregunté.

—Llamemos mientras bajamos —dijo ella.

Agarré mi bolso y mi abrigo y salimos. Marqué el número ...