CAPÍTULO 45

McKenzie

Estaba adolorida, lo admito, pero no se lo iba a decir. Solo quería quedarme en la cama con él todo el día, y eso fue lo que hicimos.

—Darius, ¿cuándo es tu cumpleaños? —le pregunté. Él estaba mirando nuestras manos, tenía mis manos entrelazadas con las suyas.

—El treinta y uno de octubr...