CAPÍTULO 56

Darius

Nos dirigimos a mi oficina y cerramos la puerta. Él se sentó mirándome.

—Ocurrió después de que desapareciste. Es ella, es Zara y solo Zara. Ahora entiendo un poco por qué haces todo por tu esposa. La amo, D, y quiero casarme con ella —dijo mirándome.

—Está bien, lo que decidas hacer, solo...