Capítulo 64

—Tengo que irme ahora, hermana. Lo siento.

Salí corriendo del recinto, con el corazón latiendo con fuerza en el pecho a cada paso. Cuando llegué al lugar donde debería estar el coche, de repente tuve que detenerme. No había rastro del coche. En su lugar, Alex estaba sentado en el capó de su otro co...

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