Epílogo

Nathaniel Bryant

—Cariño, ya llegué— Me quedé congelado al ver la cocina en ese estado, era un verdadero desastre.

—¿Joan?— Me apoyé en la silla y caminé más adentro de la cocina. Me reí en silencio al ver a Joan durmiendo con la cabeza sobre sus brazos. Tenía la cara cubierta de harina por aquí y...