El ángel pecador (1)

Girando mi silla un par de veces, incliné la cabeza hacia atrás para ver el techo. Ya habían pasado tres días desde que me quedé en la mansión. Mi rutina consistía en levantarme, ir al laboratorio y pasar todo el día allí. Hice que Xavier enviara mis comidas al laboratorio, así que nunca más tuve qu...