El problema del brujo

—No estoy de humor para una cita...

—Eso no depende de ti, ¿verdad? —dijo Alexander en un tono bajo. Sacó un cuchillo de jardinería y cortó un tallo de rosa con un solo tajo. La flor cayó al suelo y Alexander la pisoteó hasta pulverizarla en pedazos. La escena me dio escalofríos.

—¿Qué te hizo esa...