Fin de una fase

—¿Mateo?

Sentí que mis rodillas se debilitaban al cruzar la mirada con una figura encapuchada en un manto oscuro frente a la puerta. Su voz sonaba como un susurro ronco, pero era fuerte. Y me hizo estremecer aún más. No podía ver toda su cara, ya que la mitad superior estaba cubierta por la capucha...