42.

—ÉL—

Su cabeza se gira hacia mí tan pronto como esas palabras salen de mi boca. El dolor es muy evidente en su rostro. Instantáneamente quiero disculparme con él y decirle que no quise decir lo que dije, pero en lugar de eso, me encuentro presionando mis labios en una línea delgada.

Él vuelve a mi...

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