134

—Está bien, estás enfadada porque no te lo dije. Tienes razón. Lo hice sin consultarte. Pero en ese momento, Emma, solo eras mi asistente personal, y apenas podíamos hablar de estas cosas sin que te enfadaras y te cerraras —dice, defendiendo su caso mientras acaricia mi cabello y gira mi rostro haci...

Inicia sesión y continúa leyendo