¡Pesadillas!

¡Pesadillas!

—Nunca podré perdonarla —dijo la voz.

—No, no puedes decir eso, es tu madre y tienes que hacer las paces con ella —respondió Lidien a la voz.

—Nunca, me abandonó y me hizo sufrir, ¿qué clase de madre hace eso a su hijo cuando se supone que debe amarlo desde que nace? —contestó la voz...

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