Capítulo 50

—No tienes que preocuparte tanto por mí— protesté mientras Lilith colocaba otra almohada detrás de mi espalda —No me estoy muriendo.

Bueno, aún no. Técnicamente. Más o menos. Tal vez no era la mejor manera de decirlo.

Lilith había llegado temprano con una maleta llena de mis cosas—ropa, libros, mi...

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