Cap. 33:

Los relinchidos de Éragon, el caballo de Amaris, se dejaron sentir en medio de ellos, pues el fiel corcel había aparecido repentinamente frente a Apolo, obligándolo a retroceder, aquel debía de ser el mismo corcel que su padre le había obsequiado a Amaris antes de la tragedia, y que también desapare...

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