Capítulo 47

No estaba de buen humor. En absoluto. Alex estaba decidido a arruinar mi vida y, por extensión, la de Nicholas. Nicholas me había advertido que no lo provocara y que no hiciera nada imprudente, pero no pude evitarlo. Tenía que decirle lo que pensaba. Entré furiosa en el salón, mis tacones resonando ...

Inicia sesión y continúa leyendo