Capítulo catorce

—¿Qué te tomó tanto tiempo? —preguntó Keddy cuando finalmente salí. Estaba de pie, mirando el camino familiar que su padre y yo habíamos recorrido ayer. Me pregunté cómo me había visto, si no se había girado para mirarme.

—¿Cómo…?

—Déjalo, señorita. Estarán aquí en segundos. —Me tomó de la mano y ...

Inicia sesión y continúa leyendo