Capítulo cuarenta y cinco

La base no estaba tan tranquila como había supuesto, pero se veía tan natural como la última vez que la visitamos. Todavía me preguntaba cómo algo tan magnífico como esto podía estar escondido en un "mundo" subterráneo. Era como una ciudad propia.

La sala de estar era grande y extremadamente cómoda...

Inicia sesión y continúa leyendo