Capítulo 22 Un poco de celos

El rostro de Raymond palideció ligeramente, pero sus ojos se iluminaron con una brillante sonrisa. Volviéndose hacia Elizabeth, habló con una voz ligeramente ronca:

—¡Gracias!

Elizabeth le devolvió la sonrisa, respondiendo:

—Simplemente hice lo que pude. No fue gran cosa.

Tenía una buena impresi...