Epílogo.

El sol Mediterráneo se reflejaba en las aguas cristalinas mientras el crucero se deslizaba suavemente por la costa italiana. Rhoda estaba de pie en la cubierta, con Lian en sus brazos, y tomando a su sobrino de la otra mano, observando el horizonte. La brisa marina acariciaba su rostro, trayéndole u...