Capítulo 54. Esconder la cabeza como un avestruz.

Kostantin ni se inmutó, caminó hacia él, con esa expresión de arrogancia que expresaba cuando quería hacer rabiar a la gente.

—¿Crees que voy a salir huyendo como tú? ¡No soy un cobarde! —se acercó tanto a Simón que las manos de este empezaron a temblar.

—Por favor Kosta, aléjate de él, ¡Cuidado! ...