Capítulo 406 No debemos temerle

Nancy frunció el ceño ante el tono despreocupado del hombre.

Al ver que las dos mujeres lo miraban, el hombre sonrió burlonamente.

—Oye, mi amigo y yo también vamos a tomar algo esta noche. ¿Qué tal si juntamos las mesas? Cuantos más, mejor.

—No, gracias, mi esposo nos está esperando afuera. Divi...

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