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—Gracias por traerme —le dijo al guardaespaldas, ya estaban frente a la puerta del apartamento.

—Siempre a sus órdenes. Solo llámame al teléfono o puedo quedarme a esperar aquí afuera.

—No, no es necesario. Te marcaré al teléfono en cuanto me vaya.

—De acuerdo.  Con permiso.

Se adentró al apartam...