Libro 4 Parte 25

—Deberías enseñarme a disparar—dijo ella, mientras caminábamos hacia mi habitación.

Le entregué una de mis camisetas y me puse unos pantalones cortos. Bajé las cobijas y ambos nos metimos en la cama.

—Lograste darme—le recordé.

—Estaba apuntando a tu cabeza—dijo, y estalló en carcajadas.

—Eres p...

Inicia sesión y continúa leyendo