Capítulo 22

Verdad.

Estaba de vuelta en la habitación, tomando largas y entrecortadas respiraciones, ligeramente consciente de que Lachlan seguía bebiendo mi sangre. Un calor opaco ardía entre mis pechos, y no me atrevía a moverme. Mis instintos primarios estaban al tanto de todo lo que estaba sucediendo, mien...

Inicia sesión y continúa leyendo