Capítulo 33

Había una vez que tenía un secreto

Presente

Mi maldita mente está acelerada cuando ella empieza a moverse más rápido sobre mí, jadeando, mientras sus pechos rebotan uno contra el otro. Un hilo de sudor corre por mi espalda mientras sigo mirándola, admirando su belleza. Nuestros ojos permanecen fij...