Capítulo 4

Las sorpresas no dejan de llegar.

La chica levanta su cabeza rosada y me mira directamente. Me aclaro la garganta, sabiendo que debo mantenerme profesional. Anoche fue un error; ella tenía razón. Choqué contra ella. No necesitamos traer este incidente al caso de hoy.

—¿Tahlia Sanderson? —pregunto, ...