No salté

—Hola —dijo Nina, contestando rápidamente.

—¿Nina? Soy Irene. ¿Está todo bien?

—¡Irene! Esperaba que fueras tú. Me acabo de dar cuenta de que no tengo tu número.

—Sí... Vi que llamaste al teléfono de Brenden. Él salió esta mañana a pescar con mi papá.

—¡Oh, maravilloso! Siempre le encantó pescar...

Inicia sesión y continúa leyendo