Capítulo XXIV

Lluvia

Una vez que salgo de la cocina, me detengo para inhalar profundamente. Con la manga de mi suéter, me limpio la cara, no quiero arriesgarme a encontrarme con alguien y parecer que he estado llorando sobre la tumba de mi gato muerto. O algo así.

Una vez que tengo el control de mis sentimie...