


Afrontar II
Jamás he sido parte de un grupo, es como si estuviera destinada a estar sola por la vida. En preparatoria tuve a Elisa, en la universidad fue por Mateo que conseguí amigos porque a Haziel yo la alejé y ahora regreso a Sores y sigo siendo solitaria. Tengo a Germán, pero es lo mismo que con Mateo, si consigo amigos será por él.
A la mierda, el lunes sin falta hablaré con la primera chica o chico que encuentre. Sigo siendo la nueva, nada me impide conseguir amistades y si Aiden se interpone, tendré que matarlo.
Por la tarde Germán me escribe para ver si hacemos algo. A estas alturas, cualquier cosa es buena, así que acepto su oferta y salimos. A la plaza, al cine, ¿qué importa? Estaría bien sentirse como una pareja normal aunque sea una vez en la vida. Una vida normal como una universitaria normal suena bien. Mi familia ya no puede ser normal, pero el tener una madre muerta y e infiel no es sinónimo de familia disfuncional. Al final todos tenemos mierda en nuestra vida, unos más unos menos, pero de cualquier forma estamos jodidos.
Valentina me habla, quiere que la ayude a buscar una estatua de hielo adecuada para la fiesta. ¿Es en serio? En mi opinión eso ya es exagerar, aunque sé que mi padre puede permitírselo. No puedo quitarme de la cabeza que esta boda se aceleró supuestamente para que Gustavo se salga de los negocios turbios en los que está, para darle un ultimátum y de esa forma abandonemos este pueblo y cada quien siga su camino. Bueno, si elegir una estatua de hielo me ayudará a alejarme cada vez más de este infierno, lo haré. De aquí a que Germán pase por mí, puedo hallar algo adecuado.
Elegimos una hermosa estatua de al menos un metro de alto en forma de ángel. Miren, soy consciente de que al tener un papá con mucho dinero, yo soy una persona con mucho dinero, pero nunca antes lo he gastado ni lo he aparentado. Viendo que gastaremos cerca de $30,000 en una figura de hielo, por primera vez soy enteramente consciente de que soy rica. A la mierda, de ahora en adelante también quiero vivir mi vida llena de lujos, ¿por qué no? Mi padre no me lo negará.
Estando con Germán en la plaza, siento que alguien me mira, nos observa... nos caza. Por más que busco al posible espía, no encuentro a mi objetivo, todos los presentes lucen normales, algunos son sospechosos, pero al observarlos más de cerca, me doy cuenta de que no esconden algo. Al final, me doy por vencida, no puedo vivir siendo paranoica. Antes de entrar al cine, me excuso para ir al baño. Hace rato sentí que se corrió el rímel y aunque Germán "revisó" que todo estuviera en orden, quise ir a checarlo. Entro al sanitario vacío, me meto al cubículo, salgo, arreglo el desperfecto en mis pestañas y me voy.
Pero antes de salir observo un aparato. El depurador está sobre el lavabo. Instintivamente miro a mi alrededor. Estoy sola. Me acerco a los cubículos, pero todos están vacíos. Regreso y el depurador sigue ahí. Hay una nota sobre el aparato. "Puedes verlo por ti misma. Te prometo que jamás haría algo que te haga daño. No te robé ningún archivo." La caligrafía de Mateo es inconfundible, tantas veces leí sus apuntes de Química, tantas veces me escribió notas para alegrarme el día.
Siento un dolor en mi pecho, pero no sé a qué atribuirlo. Tomo el objeto y lo siento en mi mano. Es ligero. Mateo está aquí, estuvo aquí. Contengo mi necesidad de salir corriendo en su busca, de enfrentarlo, de verlo. No me va a engañar, el depurador puede eliminar archivos, pero cualquiera puede tomar archivos del depurador, pasarlos a otro lado y borrarlos para olvidar su existencia. Si Mateo está aquí no quiero verlo. Si algo aprendí hoy es que el que busca encuentra y yo encontré algo que no quería, si no quiero más problemas y no quiero llevarme más sorpresas, la clave es simple: No seguir buscando.
Tomo el depurador y lo tiro al bote de basura con fuerza. Mateo me ocultó información cuando fuimos pareja, ahora está con una pelirroja hermosa y aunque mi corazón clama por juntarme con él, mi dignidad me grita que me aleje.
Y eso hago, alejarme de lo que no estoy preparada para afrontar.