Capítulo dieciséis

Lincoln

Quiero hacerte sentir bien también —dice ella, mirándome directamente a los ojos mientras se sienta a horcajadas sobre mis muslos y su pequeña mano trabaja mi polla de arriba abajo.

—Joder —gimo, empujando hacia su palma—. ¿Estás segura? Cariño, no tienes que... ¡joder! —gruño una maldic...