Capítulo 232: Pasión.

—¡Mierda! Eres perfecta, Lorena— le aseguró Leonel con su respiración escapando por sus labios al acariciar con sus manos sus piernas, y apretando finalmente los redondos glúteos de la joven Lorena, las ansias lo estaban comiendo.

La levantó al sujetarla con ambas manos por la cadera y buscó hundir...

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