Capítulo 265:

—Leonel— lo nombró jadeante y agotada.

Luego de un par de segundos el cuerpo del castaño se tensó sobre ella y sintió su grueso miembro casi palpitar al derramar su blanquecino semen en su apretada cavidad.

—Lo siento— dijo Lorena al intentar calmar su respiración, acarició la piel de su sudada es...

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