Capítulo 14. En la furgoneta del infierno.

Trina.

Cuando vi a los hombres bajar armados, el miedo me recorrió la espalda como un sudor frío. Los latidos de mi corazón se aceleraron y eché mi cuerpo hacia atrás, conteniendo mis ganas de salir corriendo.

El aire nocturno, que minutos antes me acariciaba la piel con frescura, se volvió esp...