Capítulo 48. Un demonio disfrazado de hombre.

Trina

Estaba anonadada con todo lo que estaba pasando; en su expresión no solo brillaba la furia, sino también un atisbo de diversión.

Él estaba disfrutando esto.

Se levantó de su asiento con la elegancia letal de un depredador acechando a su presa.

Las sumisas a su alrededor se hicieron a u...